El ser humano es maravilloso. Y gran parte de nuestra individualidad se debe, más que nada, a la funcionalidad de nuestro cerebro. Es, sin duda, el órgano corporal más importante del hombre. Se investiga mucho sobre él, aunque también es cierto que proliferan los misterios, los mitos y las falsedades al respecto.
¿Es cierto que solo utilizamos el 10 % de nuestro cerebro? Numerosas películas y novelas de ciencia ficción plantean la posibilidad de multiplicar su aprovechamiento para conseguir usos maravillosos como la telequinesia, la adivinación, la lectura de mentes o una memoria prodigiosa. El argumento de la película Lucy, protagonizada por Scarlett Johansson y con gran éxito de audiencia, se centra precisamente en este mito, impulsado por el consumo de un suero experimental. Los científicos, sin embargo, insisten en descartar esta hipótesis. Y no solo porque, en un plano teórico, supondría negar a la naturaleza su capacidad de hacer un buen trabajo; sobre todo porque las pruebas realizadas por medio de escáneres e insertando diminutos electrodos para monitorizar la actividad de las células demuestran lo contrario. Afamados neurólogos aseguran que utilizamos el cien por cien de nuestro cerebro, incluso cuando dormimos. Además, si realmente solo empleáramos el 10 % del mismo, las lesiones cerebrales no tendrían consecuencias tan devastadoras como las que generan actualmente.
Así que, nos guste o no, la realidad en este asunto parece ser tozuda: solo el cine y la literatura, pero no la ciencia, pueden seguir alimentando esta especulación.
Con todo, el cerebro resulta misterioso. Se desconocen todavía demasiadas cosas de este órgano vital que supone alrededor del 3 % del peso corporal y consume un 20 % de nuestra energía. Otro de los mantras falsos que se han difundido a lo largo del tiempo es que las neuronas no se regeneran. Desde la década de los noventa se ha comprobado que el cerebro puede regenerarse —incluso en ocasiones después de un infarto cerebral— a través de la neurogénesis, lo cual ha abierto un ámbito científico de investigación de prometedoras consecuencias.
¿Hablamos de otro mito? Seguro que has oído decir que todos utilizamos un hemisferio del cerebro más que el otro, y que ello determina si somos más racionales y analíticos (izquierdo) o más creativos e intuitivos (derecho). Si bien es cierto que existen funciones diferentes en uno y otro lado, no lo es menos que, hasta la fecha, los estudios realizados no han constatado la evidencia de dominancia en ningún individuo. No es cierto que las mentes matemáticas más privilegiadas o los genios artísticos utilicen un hemisferio más que el otro. Es un concepto atractivo, romántico incluso, pero tampoco parece ser cierto.
Lo único seguro, sea como sea, es que el cerebro determina nuestras habilidades y nuestra calidad de vida. Es único, un auténtico privilegio para el ser humano. Tenemos que mimarlo… e intentar sacarle el máximo partido. Que no tengamos un 90 % del cerebro infrautilizado no significa que no podamos aprovecharlo mejor. Tenemos a nuestro alrededor demasiados ejemplos de descerebrados con los que convivimos a diario…