El otoño es una época introspectiva que ofrece tardes de domingo ideales para quedarse en el sofá, con una manta, mientras se contempla la niebla, la lluvia o simplemente el frío exterior a través de las ventanas.
Apetecen mucho esas tardes caseras en las que disfrutamos como nunca del calor de hogar, la tranquilidad y el relax. También es cierto que, a menudo, despilfarramos esas horas delante del televisior, viendo programas prescindibles y levantándonos al final con la sensación de haber perdido el tiempo.
Os proponemos un plan delicioso para hacer algo diferente en esas veladas ociosas del otoño. ¿Por qué no preparamos un buen postre? Las frutas de esta época —peras, manzanas, castañas, ciruelas y mandarinas, por ejemplo— se llevan muy bien con el horno, lo dulce y la canela, por lo que nos permiten crear postres exquisitos mientras disfrutamos de un rato creativo en la cocina. Solos, en pareja o junto a nuestros hijos, poner una buena música de fondo y sumergirnos en la elaboración de un postre otoñal de rechupete es siempre un experiencia memorable.
Bizcochos, tartas, batidos, compotas, buñuelos e incluso galletas llaman a las puertas de nuestra imaginación y nos invitan a llenar la tarde de cariño, conversaciones y sabores hogareños. Las posibilidades son inmensas, Internet está lleno de recetas en las que inspirarnos: desde la tradicional tarta de manzana al innovador pastel invertido de pera; desde el pan dulce con nueces y caramelo hasta el cheesecake de calabaza, pasando por las barritas crujientes y los brownies de chocolate con nueces.
Pocas experiencias superan la satisfacción que conlleva preparar un postre en pareja, o en familia, y compartirlo después alrededor de la mesa. Un buen plumcake, un bol de ciruelas o peras horneadas y una tarta chocolateada son perfectos para merendar o para culminar la cena del domingo. Además, su preparación casera constituye un plan doméstico perfecto para disfrutar de tu casita y de tu gente, eliminando por completo al final del día esa sensación de haber dilapidado el fin de semana.
Y si tu objeción son las calorías, no hay problema: regálate una espuma de arándanos rojos baja en grasa o un sencillo batido de frutas otoñales. Un día es un día, y una ración de postre saludable no le hace daño a nadie. Tómatelo frente a la chimenea, viendo llover tras los cristales o, mejor todavía, en la exquisita compañía de la gente a la que quieres.
¡Humm!, disfrutarás, sin duda, del plan más delicioso.