¿Te apetece hacer algo diferente? ¿Pasar una mañana o una tarde frescas, en un entorno estimulante que te fascinará y activará tu imaginación? Los museos españoles de ciencia y tecnología pueden ser un magnífico plan este verano.
Está muy bien ir a la piscina o a la playa, salir de veladores o pasear por la ribera del río a última hora de la tarde. También está estupendo vivir la noche, ir a conciertos o escuchar monólogos en una terraza climatizada. Pero el verano es largo, sobre todo si estamos decididos a exprimirlo con vivencias innovadoras y atractivas. Por eso te proponemos una manera diferente de pasar el tiempo. Disfrutando del conocimiento, la investigación, la ciencia y la tecnología que la humanidad ha acrisolado a lo largo de los tiempos.
Algunos de ellos son geniales para visitar con niños. Es el caso del Museu Blau de Barcelona, que entre otras atracciones incluye el esqueleto real de una ballena, un túnel del tiempo para conocer la historia del planeta y una impresionante colección de fósiles. En esta época estival, además, organiza actividades infantiles específicas que combinan el aprendizaje con la mayor diversión.
En Valladolid, el Museo de la Ciencia presenta en su vestíbulo sendos coches de Fórmula 1 de la marca Renault que resultan, ciertamente, espectaculares; así como diferentes salas dedicadas al agua, la química o las neuronas, entre otras disciplinas. Entrar en este escenario museístico, o en cualquier otro, supone un incomparable refresco físico, mental y emocional. Durante el verano es imprescindible salir de la rutina, ahondar en nuestro mundo interior, vivir nuevas experiencias y estimularnos de novedosas maneras.
A los chavales —y a los adultos también, por qué vamos a negarlo— nos encantan los dinosaurios, ese viaje al pasado más remoto y ancestral que nos muestran las películas y los libros. El Museo Jurásico de Asturias, en Colunga; el Museo de la Evolución Humana de Burgos y Dinópolis, en Teruel —un parque temático que incluye exposiciones y recorridos museísticos junto a otras divertidas atracciones—, son destinos maravillosos para acudir en familia.
De igual manera lo son, con otras temáticas igual de estimulantes, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia, CosmoCaixa Barcelona, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (con sede en Alcobendas y A Coruña) y, en general, cualquier otro museo científico o tecnológico de España.
Podéis completar la jornada con un helado, un refresco o una cerveza bien fría después de la visita o, simplemente, charlar de manera animada sobre lo vivido y lo aprendido de camino a casa.
Porque aprender es divertido, aunque con frecuencia lo olvidamos. Por eso, este tipo de exposiciones son un destino veraniego extraordinario para el público individual o familiar de todas las edades: desde los niños hasta los más mayores. ¿Te animas a disfrutarlos con los tuyos?